Nogales, Arizona
Los meses altos de la cosecha pueden ser agotadores al trabajar en una granja de tomates. Fuera de las granjas Fair Trade Certified, las personas suelen trabajar horas extras durante la cosecha sin que se les paguen. Algunas granjas no garantizan los descansos, la comida, las medidas de protección contra el estrés por calor ni las licencias por enfermedad para sus trabajadores. El acceso a la atención médica adecuada en la granja es a veces limitado. La pandemia ha empeorado las cosas, obligando a los trabajadores a elegir entre su salud y sus ingresos.
Los estándares de comercio justo minimizan las condiciones inseguras al aplicar estándares de salud y seguridad en el lugar de trabajo. Las granjas están obligadas a cumplir con límites de horas de trabajo y proporcionar equipo de protección personal, beneficios de seguridad social, protecciones contra la insolación, y tiempos para descansar y comer. Los Fondos de Desarrollo Comunitario Comercio Justo también permiten a los trabajadores invertir en salud y seguridad laboral.
En Wholesum Arizona, una granja Fair Trade Certified, los trabajadores votaron para compensar el costo del plan de atención médica de la granja para las personas, pagando parte de este con los Fondos de Desarrollo Comunitario. Ahora, la granja cubre el 60 por ciento de los costos mensuales de atención médica, y los Fondos de Desarrollo Comunitario de Comercio Justo cubren un 20 por ciento adicional. Como resultado, más trabajadores como Felipe Reyes (en la foto), padre de dos hijos, tienen acceso a atención médica asequible.
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