La semana pasada me fui de vacaciones en familia por primera vez desde que comenzó la pandemia. Volví a lo que era compartir comidas diarias, dar abrazos por doquier, celebrar sin miedo, y estar feliz de empacar algo más que mis buzos y jeans diarios. Aún así, experimentar este "regreso a lo normal" es un privilegio.
La propagación de la contagiosa variante Delta ha vuelto a encender el temor público. Los ciudadanos de India, África y otros lugares enfrentan catastróficas consecuencias al carecen de acceso a la atención médica y vacunas adecuadas. La dura realidad es que aquellos que ya eran vulnerables a la opresión, la explotación y la pobreza dentro del ecosistema de producción global, se han visto aún más afectados.
Volver a la normalidad es solo para unos pocos privilegiados. Y si somos partes de esa minoría, sería negligente no usar este momento como imperativo para el cambio sistémico. Y hacernos nosotros mismos responsables de ello, así como a nuestras empresas y nuestros gobiernos.
Para ilustrar este punto, pensemos en los creadores de mis nuevos pantalones. Se estima que los medios de vida de 60 millones de trabajadores de la confección textil se vieron en riesgo durante el pico de Covid-19 y, aunque no sabremos el impacto a gran escala por un tiempo, una cosa es cierta: millones de empleados textiles se quedaron sin trabajo a medida que la demanda disminuyó y las fábricas se vieron afectadas. Muchos se quedaron sin recursos para mantener a sus familias, por no hablar de medidas de protección en salud y seguridad.
Este año ponemos en el corazón de nuestra campaña anual We Wear Fair Trade el impacto de las fábricas con certificación de comercio justo y la difícil situación de los trabajadores de las fábricas de ropa durante la pandemia. Hemos desafiado a que las marcas de ropa realicen nuevos y amplios compromisos con el suministrado de comercio justo a través de nuestro primer desafío #GetTheSeal, y hemos pedido a los consumidores que soliciten a sus marcas favoritas unirse al desafío.
Trabajadoras preparan materiales para la confección de ropa en Connoisseur Fashions, una fábrica de ropa Fair Trade Certified, en Chennai, Tamil Nadu, India.
¿Por qué las marcas deben unirse al movimiento de moda de comercio justo?
1. Para trabajadores de la confección
Debido a que el 85% de las marcas de moda piensan que con los salarios bastaría para satisfacer las necesidades básicas de los trabajadores; aún así, un 34% ha pasado hambre al menos una vez a la semana desde la pandemia.El comercio justo es una vía para que las marcas puedan invertir en la vida de los trabajadores de fábricas de prendas de vestir, garantizar la sostenibilidad de la industria, y mejorar la retención y el compromiso de los trabajadores.También es un programa de cadena de suministro establecido junto a más de 90 fábricas, y ayuda a aumentar la responsabilidad y transparencia de las marcas a través de relaciones directas con los proveedores.
2. Para la resiliencia
El comercio justo ayuda a la resiliencia en tiempos de crisis. Cuando el 75 % de las fábricas de Fair Trade Certified cerraron debido a la pandemia, Fair Trade USA facilitó 2,5 millones de dólares en fondos de ayuda de emergencia para los trabajadores de las fábricas. Los trabajadores eligieron usar estos fondos para proporcionar desembolsos directos en efectivo y así compensar la pérdida de ingresos, implementar medidas adicionales de EPI, financiar clínicas, brindar transporte y más.
3. Para la transparencia y la rendición de cuentas
A través del comercio justo, las marcas cuentan con un suministrado directo para su ropa a través de nuestras fábricas certificadas. Para mantener su certificación, las fábricas se auditan con rigurosos estándares, incluyendo requisitos para salarios legales, lugares de trabajo seguros, protección de los derechos humanos fundamentales, pago de licencia por enfermedad y posnatal, gestión justa de fondos y protecciones ambientales. Estos estándares claros y procesos de auditoría, en combinación con los datos de impacto sobre el suministrado, ayudan a las empresas a brindar la transparencia que exigen los consumidores.
4. Para la demanda del consumidor
El comercio justo es la única certificación triple en el mercado que permite el abastecimiento responsable a través de rigurosos estándares, la concesión de fondos directos para programas de desarrollo sustentable y el compromiso del consumidor mediante el uso del uso Fair Trade Certified,reconocido por el 60% de compradores.
José Manuel Chi Canul, de 27 años, de Motul, corta piezas de ropa según patrón en Vertical Kints, una fábrica de prendas de vestir Fair Trade Certified en México.
Marcas y fábricas destacadas defienden el comercio justo
Durante la campaña, socios actuales de la marca y la fábrica se reunieron con la destacada periodista Esha Chhabra para conversar sobre cómo el programa de comercio justo los está ayudando, y también a la industria en general, a construir un futuro más responsable. El público de las marcas de ropa y fabricantes escucharon de Arc'teryx, KNOWN SUPPLY, Pact, Saitex e Interloop sobre cómo y por qué implementaron el programa de comercio justo, cómo se comunicaron tanto a nivel interno como externo y, aún más importante, sobre cómo este ha impactado dentro sus fábricas y las vidas de los trabajadores de las fábricas de ropa.
En palabras de Adrianne Gilbride, líder de sostenibilidad de la cadena de suministro en Arc'teryx, "Vemos el comercio justo como una herramienta para dar vuelta la industria y abordar la profunda desigualdad que hoy existe. Nos pareció lo más lógico”.
K. Murugan (pasillo central), 44 años, ha trabajado durante 8 años en Connoisseur Fashions, una fábrica de ropa Fair Trade Certified, como Gerente de Producción. Además, trabaja como oficial de comercio justo y embajador del Comité Comercio Justo. En esos roles, Murugan hace de enlace entre los miembros del comité y la gerencia de la fábrica, transmitiendo las solicitudes y comunicaciones relevantes entre ambos grupos.
Tomando medidas sobre abastecimiento responsable
Más de 250 defensores del comercio justo participaron en el desafío de la campaña, convocando a sus marcas favoritas a unirse a #GetTheSeal. Como resultado, más de 35 marcas participaron en la campaña y cuatro asumieron nuevos compromisos con el abastecimiento de comercio justo como parte del desafío #GetTheSeal.
Aunque cuatro parece poco, basta que una marca convierta una sola fábrica para que esto tenga un impacto positivo en la vida de cientos de empleados de fábricas de confección de prendas de vestir. Me animan estos pasos incrementales y auténticos de las marcas en respuesta a sus compradores y a las personas que producen su ropa.
El desafío #GetTheSeal continúa hasta 2021. Aún así, las marcas pueden tomar medidas fijando un nuevo o ampliado compromiso, o contactando a nuestro equipo para obtener más información. No hay mejor momento para asumir el compromiso que durante el mes de Fair Trade.
Los compradores de ropa pueden de todos modos presentarse firmando esta petición y listando alguna marca que les gustaría que se uniera a #GetTheSeal. Yo firmé para desafiar a los creadores de mis pantalones nuevos. Usted, ¿a quién elegirá?
Compre ropa Fair Trade Certified de nuestra guía.
Escrito por Kasi Martin